Sobre la base de los datos científicos que tenemos, se cree que las focas evolucionaron de animales terrestres hasta el mamífero marino que conocemos hoy en día. Estas criaturas pasan la mayor parte de su tiempo en el agua, pero también algo de este en tierra. Se mueven sobre sus estómagos lo que no les permite llegar a ninguna parte rápidamente sobre la tierra, sin embargo, cuando están en el agua, el diseño de sus cuerpos definitivamente obra en su beneficio.
Existen pruebas que sugieren que las focas han estado en la Tierra por más de 15 millones de años. Los restos encontrados muestran que estas focas prehistóricas una vez fueron, principalmente, animales terrestres y, con el tiempo sus apéndices fueron transformados en aletas, pudiendo sobrevivir, principalmente, en los cuerpos de agua. Los investigadores creen que si las focas no hubieran sido capaces de evolucionar, se habrían extinguido hace millones de años.
No hay duda, basada en ADN y otros métodos científicos, que la foca definitivamente está relacionada con estos antepasados terrestres. Muchos de estos primeros resultados muestran que hubo momentos en que no necesitaron evolucionar o adaptarse a los cambios por un tiempo largo, luego, durante otros períodos de tiempo parece que tuvieron que hacer grandes cambios en lapsos muy cortos de tiempo.
Puede parecer que sólo estamos tocando la punta de lo ocurrido con la evolución de la foca, debemos recordar, sin embargo, que se necesita tiempo para encontrar las verificaciones necesarias y desarrollar grandes métodos de ensayo para que la información pueda ser valiosa y real, en lugar de una mera especulación.
A pesar de estos cambios, las focas todavía tienen muchas de las características de sus antepasados más lejanos, indicando que para algunas cuestiones no tuvieron la necesidad de evolucionar. Muchos investigadores se preguntan qué futuros cambios evolutivos nos reservan las focas debido a lo que está sucediendo en el medio ambiente, una amenaza para estos y muchos otros animales en este momento.
Es importante señalar que la evolución de las focas no sólo sugiere cambios en tiempos prehistóricos, un montón de evidencia sugiere que necesitaron evolucionar en la década de 1970 también, debido a la destrucción de su ambiente natural y la falta de alimento disponible, se cree que muchos de ellos siguieron la corriente del Golfo, para llegar hasta Europa en ese momento, otros siguieron las corrientes de agua caliente en el Atlántico hasta el Caribe, algunas se trasladaron a Hawái, donde están prosperando en la actualidad.
Algunos podrían argumentar que esto es migración, en lugar de evolución, sin embargo, para que sea migración, tendría que hacerse sobre una base anual y, a continuación, las focas volverían a su lugar de origen y esta no es la realidad, pues éstas focas han permanecido en dichos lugares desde que se mudaron allí, tales cambios se clasifican como evolución para las focas, y no como un patrón de migración.
Lo que sabemos acerca de la evolución de las focas se basa en la ciencia, pero todavía hay algunas buenas teorías al respecto. A medida que las investigaciones continúen, y más restos sean encontrados, podremos seguir conectando las piezas sobre el rompecabezas de la evolución de la foca. Esta es una parte interesante de la historia que, posiblemente desee profundizar, a medida que aprenda más sobre las primeras formas de focas, llegará a apreciar sus esfuerzos de adaptación para sobrevivir en en entorno natural que les obligó a evolucionar.